Andrea Reschia emigró a Suecia, en 2003, por amor, pero le advirtió a su pareja que trataría de trabajar en su profesión y, sino, «vería» si se quedaba o no. Desde entonces sólo regresa de vacaciones. Sus diseños de calzado, Reschia, están presentes en las principales casas de moda de Estocolmo y acaba de cerrar un acuerdo con una distribuidora de productos escandinavos en Estados Unidos. Sus «embajadoras» son rockeras, íconos de esa música en Suecia.